El pinche Marcos…

 Entre mis planes para festejar mi cumpleaños estaba irme de vacaciones a algún paradisiaco lugar, pero regularmente esos lugares son caros y…no hay lana.

La segunda opción era tirarme a perder con un par de nenas y satisfacer con ellas mis mas inmundas y bajas pasiones, pero…. no hubo voluntarias.

Y la tercera era simplemente tomarme el día pero… el patrón dijo que había que  ir a preparar la inauguración del ciclo escolar en una "comunidad" y yo era el elegido -como casi siempre- para organizar esas mamadas.

Así que rodeado de mis mas mejores amigos y buenos compañeros de trabajo, nos lanzamos a la colonia 10 de Junio donde nos dimos a la tarea de Tunear el Preescolar comunitaio para que estuviera presentable para el evento.

Sobra decir que lo dejamos mas que presentable.

Al final del día, con tres mensajes en mi celular de felicitación, uno en mi MSN y otro mas en el Face, al llegar a casa, descubrí que a Zac -pese a llevar el pastel que me obsequiaron los compañeros de la oficina y que nunca partimos- le parecía que era mejor preparar un pastel con sus propias manos suyas de ella… y lo preparó.

Ese fue un gran regalo, el otro, fue saber que ella está muy motivada con el quehacer educativo del Consejo.

Y al final de cuentas, creo que fue una gran forma de pasar ese dia "especial":   rodeado de amigos y haciendo lo que me gusta.

 Uno… por mulo.

Dos…  patada y cos.

Tres…  marincontres.

Cuatro…. jamón te saco. 

Cinco…. desde aquí te brinco.

Seis… desde aquí otra vez.

Siete…. te pongo mi chulo bonete.

Ocho…. te lo quito y te lo remocho.

Nueve…. copita de nieve.

Diez… a empezar otra vez.

 30 Grados a la sombra… creo. 

Pero bajo los rayos del sol y sobre la bicicleta recorriendo el asfalto, parecian 40.

80 % de humedad…. no sé, pero se sentía de la fregada.

-Ahorita los alcanzo-  pienso, le piso, veo mi cadena y esta en el plato grande, checo el mando izquierdo y la rayita roja está en la marca del once… -no mames, ¿entonces?- volteo hacia atras y si, mi cadena va en el once… pero la bici ya no da mas, -es de bajada…no mames- y veo como se alejan mas y mas.

Desde antes del arranque ya sabia que la carrera estaría dura, ahi estaba Manchi y sus comapañeros de Chilapa, -ya valio- pensé, esos weyes son buenos -ni pedo- me reconforto yo solo, me inscribo y estoy sudando.

El pelotón arranca y dejo que se adelanten, no quiero que me tiren y ahorita los alcanzo… pero no.

Ya ni en Acapulco, allá fueron 50 kilómetros y me los aventé, aqui con 20 no pude…

Los guantes me estorban, me chingo el agua helada que el cantante me obsequia, me anima, pero es inutil, valgo madres, quizás todo es consecuencia de las desveladas que ultimamente me he puesto, tal vez sea que desde hace dias no entreno o quizás fueron los 18 cigarros que me aventé en la ida y vuelta a Cuajinicuilapa mientras manejaba….pa distraerme.

Lo cierto es que aunque me hubieran dicho que me regalaban una noche de inmundos pecados con la nena de la fotografia si la alcanzaba…… no hubiera podido.

Recuerdo los juegos que jugaba de Chavito y no acierto a  creer que sobrevivimos  -mis hermanos y yo- a esa época.

Nos lanzábamos a las Arboledas, tomábamos un cartón y nos tirábamos por la pendiente donde arrojaban la basura, era tantas las veces y tantos los weyes que la pendiente estaba lisita lisita, sin pedos, era de a gratis y te aventabas las veces que quisieras, nomas tenias que cuidarte de no cortarte entre los vidrios de la basura… aunque ya ni había.

Tambien jugabamos a las Choyitas -o los huevitos- y al famoso Changai…  los dos juegos los llevamos de Zapopan a  Huajintlan donde lo jugamos un rato para después dejarlos en el olvido….

Lo divertido de las choyitas eran los madrazos que dabas o que te podian dar cuando te castigaban….eso si, estaba prohibido dar en la cara,  lo emocionante del changai era la de capturar el pinche palo sin que se te clavara en un ojo… o en cualquier otra parte.

Aun recuerdo a varios cabrones que capturaan el pinche palito en el aire -sin albur culeros- , a tremenda velocidad y sin resultar dañados.

Hoy creo que no dejaría jugar a mis hijos el changai, y tal vez sea porque creo que los niños de antes eramos hechos a mano: bien chingones, no como los de ahora, que por lo general, se cagan pa`dentro, usan camisas rosas, tienen perritos de mascotas y traen los calzones por fuera.

Después, lo inevitable: jugué con mi primas y vecinas a que ellas eran las caperucitas rojas y yo el lobo que me las ejecutaba… porque sin duda, mi abuelita Chencha que era celadora de las damas de la vela perpetua nos enseñó que solo  Dios perdona….. los hombres no…. y no se las perdoné.

Hoy juego el juego que todos jugamos.

P.D. Para queiens quieran saber que mamadas son esas del Changai (o el bolillo) y las choyitas, les dejo este link:

http://otodoonada.blogspot.com/2008/09/nezahualcoyotl-iii.html

P.D. 2: Moscocho…no salgas con mamadas.

 Ademas de Cancún y  Los Cabos, entre mis opciones para pasar la Semana Santa, estaban mi Taller y el Viacrucis bicicletero, sin mucho que pensar pues no había dinero, opté por este último, además de que -como decía la invitación- me podía servir para expiar mis pecados -que a decir verdad no son tantos-.

Armado con mi burra favorita -no tengo otra- , dos sleepings, dos litros de agua, un boxer, dos licras con sus respectivos Jerseys, unas calcetas húmedas, aceite para bebé -por aquello de que no te entumas-, mi desodorante, el casco, los lentes, muchas ganas para rodar y con el permiso de mi vieja, partí hacia la aventura.

La idea era rodar durante tres dias con un grupo de ciclistas, salir de Chilpancingo hacia Santa Fé, no sin antes subir por las antenas y pasar por Tixtla, llegar al balneario, de ahi partir hacia Chilapa y retornar una vez mas al Río Azul.

Sin duda, la segunda jornada fue la más demandante, literalmente es pura subida, si me preguntan, no se cuantos grados de inclinación tenía ni cuantos kilómetros fueron, solo se que a la sombra habia  38 grados… (Decir "a la sombra" es solo eso, un decir, porque practicamente no hay sombra)

Con las piernas y el corazón a punto de estallar, el culo adolorido y después de un chapuzón a media subida y de un sin fín de mentadas de madre, por fín remonté la cuesta… "mis pecados no son pa´ tanto…." pensé.

Desde lo más alto regreso la mirada y alcanzo a ver allá a lo lejos, como a cinco mentadas atrás, a Miguel, con su lento pedaleo, hacia adelante hace rato que no veo a Nadie, un poco antes había visto el Jersey amarillo de Raúl, pero llegado a este punto ya ni la camioneta veo, hace rato aquí estaba y me alegré, porque recordé que había puesto dos cocas en la hielera, pero se arrancó y sigo mentando madres…. nomás pa´sacar el stress.

Llego al punto más alto e inicio el descenso, ahí estan los polis que desde que salimos nos miran como diciendo "a ver hasta donde awuantan estos pendejos", los saludo, empiezo a bajar y otra vez veo la camioneta, "ora si si" pienso, y si, ora si llego, me paro, me saludan y me voy directo por la coca…. Las aguas negras del Imperialismo me supieron a Agua bendita.

Desciendo y empiezo a encontrar al resto del grupo, viejos y nuevos amigos, todos juntos llegamos a uestro destino para descansar y empezar de nuevo al dia siguiente.

Es la Primera vez que hago este tipo de recorrido, estoy acostumbrado a otras ondas, un poco mas cortas y a mayor velocidad, la sensación que ahora tengo es la misma que cuando salgo a rodar con mis cuates: no sabemos por qué, si podemos viajar en la comodidad de un vehículo 4X4 y con aire acondicionado, nos fascina llegar a lo mas alto con la funda destrozada, las piernas molidas, al borde del infarto, pero con la firme convicción de volverlo a intentar….